Es difícil ser hombre en estos días. Se espera que los hombres modernos sean sensibles, cariñosos y estén en sintonía con sus sentimientos; al mismo tiempo se espera que sean fuertes, protectores y capaces de arreglar cualquier cosa que se rompa. Los hombres no pueden ser demasiado sensibles porque no estarían siendo buenos protectores. Por otra parte, no pueden ser sobreprotectores porque no estarían siendo suficientemente sensibles.

Como hombres deben tratar de mantener el equilibrio entre ser cariñosos y ser fuertes, y debido a que puede ser una línea tan borrosa, hay muchas veces que fallan. Por lo mismo, hay cosas que hacen a diario que están haciendo daño a sus esposas y destruyendo su matrimonio.

No proveer lo básico para la familia

Como hombre es tu responsabilidad proveer para tu familia, independientemente de si tu esposa trabaje o no. Esto no significa que ella no puede aportar con los gastos del hogar, se trata de demostrarle que su ayuda es necesaria, pero que trabajar para suplir las prioridades de la familia es responsabilidad más tuya que de ella. Quizás esto llegue a sonar a machismo, en una sociedad en la que la mujer trabaja en igualdad con el hombre, pero no es así, dentro de un matrimonio, y también porque sencillamente como mujer necesita sentir que su esposo es el que le da la estabilidad económica a su hogar.

Abstenerse de dar afecto físico

Los seres humanos muchas veces nos volvemos esquivos de las emociones o demostraciones físicas, debido a las experiencias fallidas que nos ha tocado vivir. Desde que eras niño se te enseñó a «ser hombre», y «no llorar», y aceptar el hecho de que te van a pasar cosas malas en la vida.  Y sí, los hombres también hacen esto, no demuestran sus emociones en el momento que las estas sintiendo, es algo que te han hecho creer que es normal, y que así debe ser siempre, pero el afecto físico es algo, que todos necesitamos expresar, seas hombre o mujer, en el caso de la pareja es algo más que las relaciones sexuales. Incluye darle un abrazo antes de salir para el trabajo, ir de la mano cuando salen de compras, acercarla cuando estén viendo una película en el sofá. Si no estás haciendo estas cosas con ella, estás reteniendo el afecto físico que la nutre. El afecto que intentas demostrarle en la cama nunca compensará el afecto físico que se demuestra fuera del dormitorio.

Darle prioridad a otras cosas

Mas que se lo digas ella necesita sentir que de todas las chicas que conociste, y con las que saliste, tu esposa fue con quien elegiste pasar el resto de tu vida. Debes hacerle sentir que todavía es la elegida. Cada vez que inviertes más tu tiempo en el teléfono, o cada vez que vas a llegar tarde a casa del trabajo sin avisarle, le envías un mensaje de que ella no es importante para ti. En consecuencia, ella se pregunta si todavía te importa tanto como cuando se casaron.

Tu trabajo es importante, pero no te olvides por lo que trabajas. Recuerda que no hay nada en tu teléfono que sea más importante que lo que está pasando a tu alrededor.

No hablar su Idioma

Las mujeres necesitan saber que son amadas y tu esposa necesita saber que estás agradecido por tenerla. Uno cree que demuestra su amor al ir a trabajar todos los días y pagar las facturas cada mes, así que la mayoría de las veces uno no hace mucho más que eso (excepto tal vez en San Valentín, o cualquier otra fecha comercial).

Pero ella necesita más que eso para sentir tu amor, y que le demuestres que estás haciendo todo para ella. En esta parte muchos hombres dicen es que yo no soy romántico, eso no es lo mío, no estamos hablando de que, si es o no lo tuyo, se trata de la relación que estás viviendo, y es necesario dar un poco de lo que muchas mujeres esperan. Mas que algo material es cuestión del ser femenino. Así que toma un poco más de tiempo y haz algo especial. Envíale un par de mensajes de textos durante el día o tráele flores de vez en cuando. Te podría sorprender la reacción que tendrá.

En el diario de nuestro vivir, necesitamos sentirnos y hacer sentir amados a los que nos rodean, no es cuestión de dinero, todo es de actitud. Y las mujeres somos capaces de no pedir, pero si esperar la creatividad del hombre, ya sea verbal, físico o material. Todos tenemos la capacidad de amar y podemos demostrarla como mejor sea nuestro lenguaje del amor.

Andrea Alvarez

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