Ojalá las mujeres entendiéramos que no somos nuestras enemigas. Que de hecho nadie lo es en nuestro mundo externo, solo existe ese enemigo que hemos creado en nuestra mente, y a veces le damos vida al suponer los pensamientos y acciones de los demás.
Y porque digo mujeres, porque soy una mujer y hablo desde mi punto de vista, y quizás desde una mayoría o minoría que se sienta identificada al respecto.
Pero es triste como en el mundo actual se creen con el derecho moral para juzgar, criticar, y criminalizar a otra persona, ya sea por su físico, su forma de vestir, de hablar, de actuar. Determinando según sus criterios como deberían ser tales personas. Sin ni siquiera pensar por un segundo por lo que esa persona está pasando en ese momento, que si sube una foto mostrando lo que usa, lo que consume, lo que está viviendo, lo hace por demostrar a los demás lo que le sobra, por aparentar, por grado de inferioridad. O si al contrario se muestra al natural, enseguida no falta quien le dirá que se arregle antes de subir aquello, que baje de peso, que suba de peso, que no debería hacer aquello, y lo otro. Creando un hilo sin fin.
Nadie más sabe la batalla que cada una está librando, y lo más humano que otro ser humano podría hacer es respetar el proceso de cada persona, ahora que si quieres mostrar tu empatía hay mil maneras de hacerlo, por ejemplo al encontrarnos con una persona en la calle que es lo primero que dices, exacto! Reaccionas al físico, diciendo estás más gordo, estás muy delgado, etc. En serio crees que es lo que la otra persona le gustaría escuchar ?
Todos tenemos un espejo en casa y lo sabemos usar, ahora que si eres una persona súper fit, es más que obvio qué haces ejercicios para mantener tu cuerpo de tal forma, por ende crees que se va a impresionar si le dices oye tienes otro cuadrito, en la personal creo que no.
Porque todos somos más que nuestro físico, y aunque suene a cliché, nuestro interior es lo que verdaderamente cuenta.
Ahora bien qué tal si cuándo nos encontramos con alguien en vez de fijarnos al 100% en su físico nos interesamos en la persona que está debajo de esa piel, preguntándole cómo se encuentra ? Si hay algo en que puedas ayudarle, hacerle saber que eres alguien que está dispuesto a escuchar, hablar, reír, abrazar y porque no hasta llorar si es necesario.
Quizás pienses hasta este punto que me desvíe del tema, porque inicié hablando de las mujeres, y no déjame decirte que todo esto no es nada más para concluir en que si, las mujeres llegamos a ser muy crueles unas con otras, creyendo o suponiendo que estamos en una competencia una con la otra, que si ella tiene se tintura el cabello lo hace para verse mejor que yo, que si tiene 60 de cintura yo también debo tenerlo, y así equis razones más.
Eso exactamente eso es lo que debería parar, el dejar de creer que estamos en una competencia, de comparación y de desaprobación una con la otra.
Mostrarnos más amigas, más fuertes, más seguras y así vencer esos estereotipos que solo dañan la tranquilidad de muchas. Y ojo que no está mal ni está bien cumplir los objetivos personales, lo que debemos es enfocarnos es ser y no parecer. Y para eso solo debemos dejar de lado esa barrera interna que nos impide ver a través de nuestros corazones a los demás.
Recordar que no somos los que debemos juzgar o determinar el comportamiento humano, nuestra misión o tarea fue una, y muy clara acerca del prójimo, “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Gracias por leerme, lo aprecio y me encantaría que me dejes saber tu opinión al respecto.