¡El Señor reina por siempre y para siempre!
(Éxodo 15:18)
¿Te has puesto a pensar en la brevedad de todo en esta vida? Pasan los años, las tendencias, los gustos, las prioridades y las necesidades de una generación. Muchas páginas de nuestra historia se ponen amarillentas y se olvidan con el tiempo. Vivimos nuevas experiencias y perdemos el ímpetu irresponsable según alcanzamos la madurez en nuestras actitudes. Algunos sueños se quedan atrás, pero también alcanzamos nuevas victorias.
Hay una expresión que escuchamos a menudo, «parece que fue ayer...». Realmente, el tiempo pasa rápido sin que nos demos cuenta de ello. Cambiamos la jovialidad del cuerpo por las marcas y las lecciones de la vida. A veces, la inconstancia de todo nos deja preocupados con el futuro, pero nuestro Dios soberano y su Palabra son eternos. Él conoce el fin desde el comienzo y él cuida de ti. Descansa en esa certeza: ¡el Señor Dios reinará siempre!
Dios es eterno y reina para siempre
- Algunas cosas tienen fin en la vida y no es fácil lidiar con esa realidad. ¡Pero Dios es eterno! Puedes confiar en él con toda seguridad y para siempre.
- La verdad, la gracia y el amor de Dios no cambian ni se agotan. Él es el Dios infinito en misericordia.
- Alaba y da gracias al Señor porque él es el Rey de reyes eterno. Él es digno de toda adoración.
- Encuentra refugio y ánimo en la Palabra de Dios. Léela siempre y sé fortalecido.
Para orar:
Mi Dios, tú eres mi auxilio para siempre. ¡Que mi alma espere en ti todos los días! Que diariamente yo sienta tu cuidado ayudándome en el camino. ¡Tú eres el único que reina eternamente! Tu amor y tu Palabra no tienen fin. Reina gloriosamente sobre mi vida, sobre mi familia y sobre toda la tierra. Te lo agradezco en el nombre de Jesús, amén.