A veces en nuestro carácter no desarrollamos todos esos elementos indispensables, para alcanzar inteligentemente nuestros sueños y sin tantos dolores de cabeza, pero en cambio desarrollamos hábitos o actitudes que nos limitan el poder de trabajar en un ciento por ciento nuestra inteligencia, y a ellos los llamaremos “factores limitantes”.
La queja
Hay personas que se quejan todo el tiempo, convirtiéndose esta conducta en uno de los principales impedimentos que determinan una tardanza en el tiempo que necesitan para llegar a la meta.
Si eres sabio, todos los días te preguntarás: ¿Qué es lo que esta frenando el cumplimiento de mi meta? De esta forma pondrás en acción la inteligencia que tienes, pero que todavía no usaste para lograrlo.
La pasividad
Es la gente llena de miedos. El miedo te paraliza y no te deja avanzar, quizás te suene trillada esta frase, pero no es más que la realidad.
Hay individuos que dicen: “no voy a poder estudiar, no puedo ahorrar, no puedo bajar de peso, no puedo progresar”, y esas no son las frases correctas. Estas frases solo están determinando tus límites.
Y el problema es que nosotros no estamos acostumbrados a mirarnos para adentro, sino que siempre tenemos nuestros ojos mirando para afuera.
Uno puede encontrar en un segundo las fallas de los demás, y tomarse toda la vida para encontrar las de uno mismo. Debemos tener en cuenta que “mi manera de ser me alejará de la gente o me acercará a ella”.
Con tu manera de ser podrás abrir o cerrar las puertas de tu vida. El problema no esta en el afuera, sino en el adentro.
La desconfianza
Una persona desconfiada piensa que todo se lo hicieron a propósito, que todo lo hacen en su contra. Y a la desconfianza no hay que superarla, sino quebrarla. De otro modo te limitará permanentemente en el camino a alcanzar tus sueños.
Quizás en algún momento de tu vida sufriste un trauma, confiaste en alguien, pero te traicionó, quedaste lastimado y ahora lo que sientes es que todos van a actuar de la misma manera. O tal vez no fuiste amado, protegido y defendido por quienes tú mas amabas, lo que determina que veas tu presente y tu futuro con vulnerabilidad.
Pero ante un hecho de esta índole debes saber que dentro tuyo esta la capacidad para quebrar tu pasado y volver a levantarte. No dejes que tus pensamientos te arrastren, necesitas aprender a parar tu mente y decirle ¡BASTA!, porque la persona negativa hasta lo bueno lo vive como malo.
La duda
Dudar es natural, pero tienes que sacarte ese hábito y aprender a avanzar a pesar del temor que puedes tener. La duda nos impide actuar, accionar, avanzar y conquistar lo que necesitamos. Es una fortaleza mental, que no te permite tomar lo que te pertenece.
La duda impide que te enfoques, te saca del objetivo y siempre logra que abandones tu sueño. La duda es el elemento responsable del fracaso y de los sueños frustrados.
La competencia
Nunca compitas con nadie. Sólo contigo mismo.
No te compares con nadie, ni permitas que te comparen.
No compitas, supérate a ti mismo.
Te tienes a ti mismo para lograrlo.
El paralizarte
No sirven las ideas sin acción. El 100% de tu potencial se ve cuando accionas.
¿Cómo se manifiesta la duda en tu vida? Cuando comienzas a esconder esos deseos, esas ganas que tenías cuando te atrevías a soñar, a idear ese proyecto que siempre anhelaste, pero que ahora colocaste debajo de la almohada.
No dudes más. Ese deseo que explota en tu corazón, realízalo ya, no cuestiones tanto, acciona. Sólo lo que posees en tu mente, espíritu y corazón, es lo que vas a ver hecho realidad.
Sólo cuando descubras y quiebres lo que te limita, ese proyecto y ese sueño volverán a nacer esperando ser concretos.
Si alguien hizo lo que tú anhelabas alcanzar, tú también podrás lograrlo.