Es difícil llevar un día a la vez? Ayer lloré, reí, abracé, estuve rodeada de algunos, tuve la ausencia de otros. Y hoy ? Pues hoy es hoy! Y todo lo que ayer tuve hoy no lo tengo, o si lo tengo en forma viceversa. Porque así es esto de estar vivos, no te lleves del ayer más que las ganas y el amor que diste en cada cosa que viviste hoy, por eso si hoy me ves actuando algo diferente al ayer, es porque no soy una nube que va guardando todo lo que vive sin depurar.
Cada noche al cerrar mis ojos libero espacio en mi almacenamiento, así para un nuevo despertar ya sea en esté mismo universo o en el que me toque, voy ligera empezando y disfrutando como si fuera la primera vez. Algunos tenemos la dicha de cerrar y volver a abrir los ojos, para encontrarnos con algunas de las maravillas de las que tenemos años disfrutando, y a veces eso hace que se nos olvide que si volvemos aquí es porque aún no hemos culminado el propósito de estar aquí, si, propósito que es personal ya que nadie jamás va a entender el porqué de las circunstancias de los demás.
Un día a la vez. Frase que quizás solo la vemos o usamos por el #, pero cuántos entenderán el verdadero poder de ella…
No es tan difícil, hoy es todo lo que ayer deseaba, el mañana que espere, la nueva oportunidad, que nada nos desvíe de gozarnos la vida en su plenitud.
Reír con quienes no esperábamos hacer, abrazar, conversar, enseñar, aprender, volver a empezar, etc. Que el enojo, el rencor, la crítica, la hipocresía, sean pasajeras. Tener predisposición y tolerancia es algo que cuesta entender, pero no es imposible lograrlo si todos estamos dispuestos a practicarlas, porque así como se necesitan de dos, para abrazar, también se necesitan de dos para pelearse y si la otra persona lleva consigo aquella carga, recuerda que no es tu total responsabilidad cambiar su pensamiento, ni su actuar, tú sigue no hablando si no actuando, que el cambio que buscas en otros empiece en ti.
No siempre vamos a recibir lo mismo que damos, aprendamos a dar rosas sin espinas, si alguien te lastimó de forma directa o indirecta, no contamines lo bueno qué hay en ti, con lo que recibiste, aprende a aceptar y a dejar ir, algunas veces tenemos que alejarnos de las cosas que nos alejan de nuestra esencia, de la forma de ver la vida, no siempre para ayudar a alguien es necesario estar cerca, puede que nuestra intención sea la mejor y resulta que no lo fue…
A dónde quiero llegar con todo esto? Ya ni yo lo sé… lo que si tengo claro es que trato de dar cada día lo mejor de mi, y quizás si me conoces dirás no creo que lo esté haciendo, yo la veo igual o peor, pueda que tengas razón pero no del todo, estoy en el proceso y esa es la diferencia aún estoy aprendiendo, ando rota muchas veces, porque he tenido que hacerme mil pedazos, y pueda que te hayas topado conmigo justo en el momento que dejé las piezas de este rompecabezas sobre la mesa con la ventana abierta y todo se movió…
Las mejores transformaciones vienen de adentro, es cuestión de tiempo para exteriorizarlo todo.
Pero recuerda que Dios siempre estará contigo es su promesa.
“No te desampararé, ni te dejaré;”
Hebreos 13:5.
Por si sientes que estás perdiendo el rumbo.
Un día a la vez, siempre en Dios encontraremos la respuesta, ante la ausencia de un mañana, o la falta de un ayer…
Que no se te olvide agradecer y estar siempre a manos abiertas, para entregarlo todo.