1. SE AGRADECIDO.
Empieza tu día con gratitud a Dios, cuando te levantes por la mañana piensa al menos en 3 cosas por las que te sientes agradecido, eso hará una diferencia en tu enfoque hacia la vida. Ser agradecido reduce el estrés, la depresión, cambia tu mentalidad y abre las puertas a nuevas y más posibilidades.
2. CUESTIONA TUS PENSAMIENTOS.
Pregúntate si esos pensamientos vienen o no de Dios. Reemplazar los pensamientos negativos, con un enfoque motivador y positivo por la vida, sabiendo que todo puede ser resuelto con la ayuda de Dios.
3. ENTRÉGALE TUS PROBLEMAS A DIOS.
Eres muy importante para Dios y los planes que él tiene para ti son planes buenos y perfectos.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11 RVR1960
En lugar de preocuparse y enfocarse en lo malo mantén tu mente concentrada en Dios, cada día con gratitud.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Filipenses 4:8 RVR1960
4. ADOPTA UN ENFOQUE BASADO EN SOLUCIONES.
Busca el lado bueno de todo y opta por no preocuparte. No dejes que los problemas te consuman, al contrario pídele a Dios que te ayude a encontrar la solución y la lección que se debe aprender de todo eso. Cuando veas o estés pasando por un problema busca siempre la solución y apégate a Dios.